En nuestra publicación de ¿Qué elementos son importantes a la hora de tomar una decisión? vimos que antes de tomar una decisión importante, debemos analizar la situación. Y planteamos diferentes elementos para estudiar. Entre ellos, la “Propensión a suceder”.
Hemos visto ya lo que son las VNC en otra publicación nuestra. Bien, estas variables que sus estados no se suceden tal cual las planteamos. Podemos estimar propensiones a suceder (se podría decir que son las probabilidades) de que sucedan esos escenarios a futuro.
Hay tres modos básicos para estimar esta probabilidad:
– Clásica: Es la equiprobabilidad, y habla de cantidad de casos favorables sobre cantidad de casos posibles. Por ejemplo, para tirar una moneda de 1 peso tenemos “escudo” o “sol”, y la probabilidad de que salga cada uno es 1/2. Un caso favorable sobre uno posible. Esto es 0,50 probabilidad para cada uno.
– Frecuencia: Se determina a través de casos analizados, esto es que si tiraron la moneda diez veces y salió en 4 oportunidades escudo y en 6 sol, la probabilidad de que salga escudo será de 0,40 y de sol 0,60.
– Subjetiva: Es la menos fundamentada de todas y trato sobre lo que cada uno intuye. Podemos decir que creemos que quien va a tirar la moneda la cargó de un lado para que salga siempre el opuesto y por eso determinamos que la probabilidad de que salga uno es 0,90 y 0,10 del otro.
De hecho, se pueden eliminar estados de variables a través de la propensión a suceder. Por ejemplo, cuando hablamos de inflación dijimos que puede haber tres escenarios: 10%, 20% y 30%. Pero podemos determinar que las propensiones son de 0, 0,30 y 0,70. Y así, el primes escenario de 10% es imposible.
Todo esto nos sirve para sacar las promedios ponderados de resultados para poder determinar cual será la alternativa a elegir.
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