Esta publicación también se puede utilizar de forma análoga con lo que son las compras a crédito de forma domésticas.
Muchas veces estiramos un gasto con las cuotas. Compramos a crédito. O pedimos un préstamo para solventar gastos.
La cuestión es, ¿Podemos usar estos préstamos/créditos para cualquier gasto?
Quienes estudiamos administración financiera sabemos bien que es recomendable separar los gastos en dos grandes grupos. Los gastos de estructura y los operativos. Los gastos de estructura son los que generan la infraestructura necesaria para que pueda funcionar la organización (construcciones, máquinas, rodados, etc.) y los operativos son los que se generan al realizar la actividad económica (materias primas, mano de obra, carga fabril).
Ya que realizamos esta salvedad, ahora podemos contestar. Los gastos operativos deben solventarse con el normal proceso comercial de la empresa. Es decir, que el ciclo compra-venta-cobro-pago me asegure poder cubrir esos costos. Ya que si no los cubrimos con eso, estaríamos perdiendo capital a cada venta.
Es así, que debemos utilizar los créditos o préstamos para cubrir los gastos de estructura, es pensarlo como inversión. Son gastos que se pueden amortizar en el tiempo y podremos ir recuperando de a poco y así ir pagando.
Si pedimos créditos o préstamos para cubrir gastos operativos corremos el riesgo de caer en una bicicleta financiera que nos podría traer muchos problemas. Más vale replantear el proceso y volver a comenzar. En algunos casos extremos no hay otra posibilidad y tenemos que caer en eso, como puede ser un robo de mercadería.