Ayer hablamos de la racionalidad en la toma de decisiones. Y tomamos la postura de Pavesi, de que no hay irracionalidad, sino “no uso de la racionalidad”. Y dijimos que las decisiones que se toman sin utilizar la razón son simplemente un impulso.
Pero, ¿De qué están compuestas las decisiones?
Las decisiones pueden ser tomadas bajo diferentes premisas, a saber:
* Instinto: Es cuando tomamos una decisión sin poder justificar el porque, cuando nos sale de adentro la alternativa a elegir. Ni siquiera podemos decir que es algo romántico. Sino que tenemos un mal presentimiento. Es como cuando decimos que “algo huele mal”. Es típico en animales.
* Pasión: Ahora si que no importa más nada. Yo sigo a Racing a cualquier lado. Quizá este no haya sido el mejor ejemplo, pero por pasión me salió escribir sobre mi equipo de fútbol en lugar de explicarlo de otra forma. No se si es lo que más conviene. Tampoco puedo presentir que me vaya bien o mal. Solo sé que lo sigo a todos lados.
* Razón: Está es la parte más matemática, donde no hay lugar a duda. De hecho, podemos esquematizar y determinar que alternativa es la mejor. Podemos sacar cuentas, valores esperados y saber que conviene. Esto es lo que se suele ver en la facultad.
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